Por otra parte, creo que lo que uno no debe transiguir es una mentira organizada. Uno puede mostrar la hipocresía o contradicción en la que viven muchos pero como un toque de atención, con comprensión, con paciencia y respeto, no como una obsesión o presión, porque la obsesión es sufrimiento y la presión no promueve la autorresponsabilidad. Uno llega a los demás cuando los ama, porque los comprende o se esfuerza en ello, porque amar a los demás no es piedad, es nuestra esencia manifestada y esta esencia nace al reconocer a todos como tus hermanos y “crece”, aunque este amor es muchas veces incomprendido o rebajado.
Todos cargamos con un poco de hipocresía y con un poco de impaciencia. Siendo demasiado puros no llegaríamos al corazón de todos, no seríamos aceptados en su vida, por eso creo que lo importante no es ser absolutamente puros sino poseer una voluntad para transformarnos, mejorarnos regularmente; una unidad de grupo hará el resto. No deseo entrar en el tema de si vamos a salvar a este mundo de la destrucción a la que lo abocamos, lo esencial es que debemos darnos cuenta de que ES nuestra forma de ser errada o confusa la causa, y que a partir de aquí es tomar una mínima responsabilidad, iniciar el camino de nuestra transformación, lo cual implica la destrucción de lo antiguo que nos ha condicionado y nos mantiene confusos y el consiguiente resurgir de una nueva forma de ser y de actuar, una forma de ser que no piense únicamente en si misma, sino que recupere los auténticos valores de lo que somos, y somos un grupo; nuestra confusión nos ha cerrado los ojos y nos ha impedido reconocer que como todo grupo de seres vivos poseemos unos vínculos que nos unen. Recuperar esos vínculos forma parte de nuestra felicidad y de nuestro camino; no podemos dar la espalda a millones de años de evolución y de información genética.
Debemos dejar de observar lo que hacen los demás, dejar de juzgar y ser mínimamente consecuentes con nosotros mismos y tolerantes con los que no poseen la voluntad para hacerlo. Por eso creo que es importante una nueva orientación de unos muchos; es una utopía (en estos momentos) desear su pureza. Inevitablemente hay que ser transigente, porque muchos deciden cambiar gracias al amor o al respeto que les muestras, además, quien ama se alimenta a si mismo del gozo de reencontrar a sus semejantes en su vida. Mostrar hasta donde has llegado no significa desear que todos lo alcancen, es bueno mostrar varios aspectos, es bueno poseer una riqueza de la que alguien pueda tomar un poco, lo importante es cambiar la intención, lo importante es transformar ese impulso que nos incita a tomar del exterior por el que nos incita desde una riqueza interior a entregar hacia el exterior. Allí termina la destrucción y empieza la reconstrucción, la reconstrucción de uno mismo y de esta madre mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario