Honestidad, nobleza, madurez interior




Quisiera hacer una reflexión acerca de la honestidad, aspecto que muchas personas poseen y que muchas otras carecen por la propia confusión en la que vivimos y que NO nos permite discernir una verdadera forma de actuar y de ser. Veo que la honestidad puede nacer de la mano de la humildad, pero nacer solo después de una sincera comprensión de sí mismo, comprensión que abarca el reconocimiento de nuestra errada forma de ser. La honestidad y la humildad no son aspectos que uno puede tomar y añadir a su forma de ser como si fuera un ingrediente, ellos florecen en el núcleo de nuestro Ser, el núcleo que está detrás de todos los velos que nos confunden, los velos que nos impiden ser nosotros mismos. Honestidad y humildad son aspectos intrínsecos de un corazón claro, liberado a si  mismo.

Muchas personas poseen una nobleza, como una forma de actuar surgida desde un "¿sentimiento?". Más que un sentimiento es algo que se halla detrás, es algo que surge desde una mayor profundidad. Ellos no pueden explicar de dónde surge, pero está allí y deben seguir las directrices que les manda. Es como una intención surgida desde nuestra profundidad, desde nuestro centro, más allá de los sentimientos, porque a pesar de que podemos ser movidos esporádicamente por diferentes tipos de emociones, incluso negativas por reacción, por ejemplo, la ira, el miedo, la intención honesta sigue existiendo a pesar de ellas. Es como decir que después de cualquier temporal de emociones la honestidad sigue allí, detrás, nunca ha desaparecido, como si la honestidad fuera el mismo cielo en el que se manifistan nuestras tormentas. Las tormentas son pasajeras pero la honestidad está siempre allí.

No podemos hacer comprender a quien no los posee cuales son los aspectos de la honestidad, es como cuando se dice que "con la humildad se nace". La honestidad es una cualidad que se expresa desde lo profundo de nuestro ser, uno no puede ser "racionalmente" honesto, la honestidad es una nobleza interior. Los que no la poseen no la pueden comprender, incluso pueden creer que es una máscara, por eso pueden acabar odiando a quienes la poseen.

La honestidad es un aspecto inherente de nuestro verdadero Ser, es una cualidad de transparencia. Cuando uno NO es honesto es porque una gran confusión reina su interior. Del mismo modo que la humildad es un aspecto que nace (normalmente después de una profunda crisis de identidad o un duro golpe de la vida) la honestidad va acompañada de esa humildad. Cuando uno es humilde, no es contradictorio. Cuando uno es humilde es consecuente con sus pensamientos. Humildad NO significa "apariencia de bondadoso", humildad es la fuerza que nos empuja a la sinceridad, pero sinceridad básicamente "de actos" porqué la sinceridad en el hablar es una consecuencia de una sinceridad previa en el actuar.

El término de humildad se ha malinterpretado mucho, se a pervertido y se ha prostituido profundamente por muchas personas. Se suele tomar el significado de humildad por una apariencia de bondad o de fragilidad, cuando el verdadero humilde es alguien que no tiene necesidad de mentir ni de pretender incitar compasión. Hay que tener en cuenta que son los que desconocen el verdadero significado de esta palabra los que se visten de ella para engañar.

Ser consecuente con nuestros pensamientos nos lleva a liberarnos de nuestras contradicciones, nos lleva a despejar nuestra mente, a clarificarla, a liberarnos de dicha confusión, confusión que desde nuestra mente influye espontáneamente en nuestras emociones. Cuanto más confuso vive uno, más víctima es de sus emociones, miedos y apegos.

Para alguien que es honesto le es más fácil liberarse de las contradicciones, no hacer aquello que es contradictorio. El honesto es sobre todo consecuente con sus pensamientos. Aquello que piensa que es correcto lo lleva a la práctica, lo materializa. No significa eso que vaya a equivocarse, todo lo contrario, hacer lo que uno cree correcto significa tener mayores posibilidades de equivocarse y es la gracia de equivocarnos la que nos enseña. Debemos ser muy conscientes de que equivocarnos y tropezar es muy necesario para madurar, todo lo contrario que se suele enseñar en las escuelas o mediante la búsqueda seguridad material, económica. A nivel superfluo se habla mucho de los beneficios de los tropiezos, pero pocas personas están dispuestas a tomar positivamente las dificultades. Solo toman positivamente las dificultades aquellos que conocen su verdadero valor, aquellos que poseen una gran madurez interior.

El que es honesto, sincero consigo mismo, no quiere engañarse. Es esta sinceridad interior la que le lleva a NO aferrarse a nada en concreto, significa ser desprendido. Eso significa que toma de la vida lo que necesita, no más, porqué aferrarse es acomodarse y acomodarse es rendirse. Rendirse, acomodarse, lleva a la inconsecuencia de nuestros actos, es la pereza del confort, un buen caldo para autoengañarse. El honesto puede renunciar a todo menos a sus principios, nunca se rinde a la comodidad, pues su intención profunda es seguir hacia delante, descubrir, obtener certeza. Cuando el honesto ve que en algo hay una contradicción se aleja de ello, porqué la contradicción crea engaño, crea la mentira, la hipocresía y eso, es como el veneno. El honesto detesta el veneno de la contradicción.

Lo que quiero dar a entender es que uno no puede descubrir y obtener certeza a menos que posea la capacidad de discernir lo que es falso. Lo verdadero es muy difícil de apreciar cuando se vive confundido, pero puede descubrirse aquello que no lo es. Como cuando uno busca oro debe tomar un montón de tierra y agitarla con agua para que la arena se desborde por arriba mientras que el oro (por peso) se deposite en el fondo del cuenco. De forma similar uno debe tomar todo lo que conoce y pasarlo por la mirada de su propio discernimiento para percatarse de todo lo que es tierra o falso. Al final, lo que quedará será el oro de la verdad. La verdad posee su propio peso.

Con contradicción en los actos no puede haber lucidez en el mirar, "discernimiento" y descubrimiento. Uno no puede cavar hacia la verdad sin poseer la cualidad de nobleza.

Espero que estas palabras también sean de utilidad para todos aquellos que no llegan a comprender aquella cierta "maldad" que algunos poseen, aquel error en la forma de ser que incita a dañar, a mentir, a aprovecharse; yo la llamo "Inmadurez". Ellos deben experimentar el error para un dia buscar la verdad. Nosotros los necesitamos a ellos para templarnos. Verdad y error, Luz y oscuridad se necesitan mutuamente, para crecer juntos.
No podemos separar nuestra vida de los que no deseamos, nuestros caminos deben juntarse esporádicamente a los suyos para asi templar nuestro espíritu. Eso es: Aprender a no perder el amor por el rechazo, incluso ante el desprecio y la difamación "comprendiendo".


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Mostrar la palma al saludar es un movimiento inconsciente que viene a decir: ", Mira, te muestro quien soy, no tengo nada que ocultarte".



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